Desarrollo de la Niña

El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) ha pronosticado un 70% de probabilidades de que se desarrollen condiciones de La Niña en América Latina durante los próximos tres meses.

Revista Chacra

Este fenómeno meteorológico podría tener un impacto significativo en las cosechas de la región.

Según el CIIFEN, existe una alta probabilidad de que La Niña se desarrolle en el segundo semestre de 2024, lo que podría resultar en eventos meteorológicos extremos, incluyendo lluvias intensas y condiciones más secas en gran parte de Sudamérica. Esta situación requiere un monitoreo constante por parte de los agricultores y autoridades.

Por otro lado, la Bolsa de Comercio de Rosario señala que las proyecciones para La Niña entre septiembre de 2024 y marzo de 2025 se han suavizado en comparación con las previsiones de dos meses atrás. Datos de organismos de referencia como NOAA y CPC/IRI indican una tendencia a la disminución del enfriamiento oceánico, lo que podría moderar los efectos previstos.

Impacto de El Niño y La Niña en la agricultura

El fenómeno El Niño-Oscilación Sur (ENOS) implica variaciones en las temperaturas del océano Pacífico, manifestándose en dos patrones opuestos: El Niño y La Niña, además de una fase neutra. La Niña se caracteriza por temperaturas anormalmente frías en el Pacífico ecuatorial, asociadas con inundaciones y sequías.

Estos ciclos meteorológicos tienen un impacto crucial en la agricultura global, generando fenómenos como incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas. En América Latina, La Niña ha afectado cultivos esenciales como trigo, soja y maíz, repercutiendo negativamente en las economías.