Ajustes para todos

Antonio Aracre apoya el rumbo tomado por Milei y avisa que en el campo también habrá que ajustar costos, como el precio de los insumos agrícolas y los arrendamientos

Bichos de campo por Bichos de campo  

Antonio Aracre es ampliamente conocido en el sector agropecuario de la Argentina. Fue durante muchísimo tiempo el CEO regional de la empresa Syngenta y también transitó por las ingratas arenas de la política como asesor presidencial durante el gobierno de Alberto Fernández.

¿Qué piensa de la situación económica actual y del ajuste que lleva a cabo el presidente Javier Milei? ¿Cómo ve la situación actual del negocio agrícola? Son preguntas claves para este economista que llegó alto tanto en el sector público como en el privado, y que afirma que no pierde el equilibrio necesario para analizar estos asuntos: “No tengo extracción partidaria, y ese es un activo para mí como persona aunque un pasivo para las redes, donde en general la gente te quiere encasillar de un lado o de otro de la grieta, y quien intenta mantener cierta objetividad es cruelmente castigado”, afirma.

 

En diálogo con el programa radial Colonia Agropecuaria, por AM550,  Aracre fue consultado primero por la situación política y económica de la Argentina.

“Yo tengo 60 años. Te diría que desde el Tequila y el Austral, desde el Plan Bonex para acá, vi todo. Con lo cual tengo la posibilidad de comparar, entender, visualizar, y hasta anticipar algunas cosas. La verdad que en este momento me siento bastante entusiasmado, porque veo un compromiso político muy alto, que en otras circunstancias no veía, con la cuestión del equilibrio fiscal”, felicita desde el vamos al presidente Milei, a quien le reconoce ese acierto: tomar el asunto de eliminar el déficit casi como una cuestión religiosa de su gestión.

Va todavía más allá Aracre en su elogio al economista libertario: “Esto que les molesta a mucho, porque dicen que no es necesario sobreactuar tanto, para mí es la clave de este éxito incipiente que está teniendo el proceso de desinflación y estabilización de Milei, porque los mercados intuyen cuando las fuerzas flaquean, cuando los políticos empiezan a dudar de sus propias convicciones. No parece ser el caso ni de Milei ni de Caputo”, dice, en referencia al ministro de Economía.

El ex titular de Syngenta, de todos modos, sabe que la Argentina está atravesando “un ajuste tremendo, que obviamente recae en todos los sectores pero como siempre quienes más sufren son las personas más vulnerables desde el punto de vista económico y social”.

Pero se muestra optimista porque “pasado este momento de rediscusión de precios relativos, cuando estamos como en la peor situación porque los precios ya subieron, las tarifas están subiendo, el dólar ya subió, y los salarios es como que vienen un poco más rezagados, pero van a subir también”.

-Así que le ves salida a esta crisis…

-Para mayo, junio, va a estar todo más acomodado y ahí posiblemente estemos con una inflación del 6-7% mensual, o quizás hasta menos, y va a ser momento en que le llegue el turno al agro y el gobierno decida por fin salir de todos estos enredos cambiarios con los que nos vienen castigando hace muchos años, con cepos y todas estas cuestiones. También llegará el momento de ayudar también desde el Estado en conseguir una productividad que se traslade al sector privado, en el caso del agro, con menores retenciones.

Aracre, entonces, se anota en el bando de quienes creen que hay que tener un poco más de paciencia a la hora de reclamar por la rebaja de los tributos a la exportación que castigan a los productos del agro. Supone que cuando la economía logre esa mínima estabilidad, el gobierno de Milei debería definir al menos “un plan, un camino, una ruta que vaya indicando cómo se van a ir reduciendo estas malditas distorsiones que enfrentan todos los productores”.

El economista asegura que esa reducción de la presión fiscal sobre los chacareros será muy bien recibida por el sector “en años como este, donde venís castigado por la sequía, por la chicharrita, y las lluvias ahora, y que hay un precio de soja que está bastante más bajo que hace dos años atrás, y tenés una rentabilidad tan al límite que cualquier efecto se va a notar en la inversión” que hagan los propios productores.

“Yo creo que eso no es lo que quiere ni lo que le conviene al gobierno, con lo cual es muy posible que lo vaya ajustando. No de golpe, porque fiscalmente es tan importante cuidar el equilibrio fiscal cómo dar señales a la inversión de reducción de impuestos, pero tiene que haber una ruta hacia eso”, especuló.